Ya he pasado mi primera semana trabajando en Madrid, y aunque la mayoría del tiempo lo he pasado conociendo mi barrio (Barrio de la Concepción), también he tenido tiempo para ir a dar algún paseo por la capi.
Por supuesto, no podía faltar una visita a la Puerta del Sol, con el famoso reloj que nos acompaña cada Nochevieja, y con el Oso y el Madroño.
Ya había estado en la Puerta del Sol otras veces, pero siendo así que este era mi primer paseo por Madrid como "Madrileño", he pensado que debía visitar nuevamente este lugar tan emblemático, kilómetro cero de nuestras carreteras (plaquita que por cierto, se me ha olvidado fotografiar... menuda cabeza la mía).
Aún así, todavía sigo notando la influencia de pasar un año en Japón. Las calles aún me parecen demasiado sucias y las paredes demasiado llenas de graffitis. Pero bueno, el tiempo todo lo cura... :)
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1 comentario:
Miedo me da la semana los días que tengo que pasar por ahí la semana que viene... Voy a entrar en estado de shock, jeje. :)
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